¡Ya ha llegado la Pascua! El huevo de Pascua es un símbolo de la fiesta de la primavera junto con el pastel de Pascua y el requesón de Pascua. El huevo simboliza la vida, el renacimiento y la tradición de pintar huevos para Pascua tiene sus raíces en la antigüedad. Según la leyenda, María Magdalena regaló el primer huevo de Pascua al emperador romano Tiberio para anunciar la milagrosa resurrección de Jesucristo. Según otra leyenda, el comienzo de la tradición de pintar huevos lo puso la Virgen María, quien pintó huevos para entretener a Jesucristo cuando aún era un bebé. El color de un huevo depende de con qué esté pintado, y el color en sí también importa: el rojo es un color real, recuerda el amor de Dios por la raza humana, y el azul es el color de la Santísima Virgen, se asocia con la bondad, la esperanza, el amor al prójimo. El blanco es un color paradisíaco y simboliza la pureza y la espiritualidad, mientras que el amarillo, como el naranja y el oro, simboliza la riqueza y la prosperidad. El verde, como una fusión de azul y amarillo, significa prosperidad y renacimiento. Los huevos coloridos y pintados dan un estado de ánimo alegre y son la base de los juegos de Pascua. A todo el mundo le encanta jugar a juegos relacionados con los huevos de Pascua, especialmente a los niños. Es hora de poner en práctica la creatividad. Hagamos pinturas y pinceles. Hagamos de cada huevo una obra de arte.